Claves de la nueva manera de manejar los residuos de construcción en la CDMX
Recientemente, la Secretaría de Medio Ambiente de México (Sedema) modificó la norma ambiental para el reciclaje de los residuos de construcción en la CDMX.
En la capital sin tantas y tantas las obras que es necesario una ley que establezca el manejo de estos residuos para así, facilitar su reciclaje y rehúso de materiales como concretos y metales. Este es justamente el objetivo de este reglamento.
Estas serán las etapas en este proceso del manejo de este tipo de residuos: separación, acopio, almacenamiento, recolección, transporte, valorización y disposición final. De esta manera se podrá aprovechar los materiales o parte de estos, o bien, enviarse a los lugares pertinentes en donde especialistas les dan el uso adecuado apegados a las normativas ambientales.
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¿Cuál es la nueva manera de manejar los residuos de construcción?
Tenemos como primer lugar la identificación del tipo de residuos, de acuerdo a ocho categorías:
Concreto simple, concreto armado, metales, mampostería con recubrimiento, pétreos, mezcla asfáltica, excavación, elementos prefabricados con materiales mixtos y otros residuos de manejo especial generados en obra.
Una vez identificados, deberán de ser almacenados en el lugar de su obtención por un período máximo de un mes, esto para, de acuerdo con la Norma Ambiental NACDMX-007-RNAT-2019 «minimizar la dispersión de polvos y la emisión de particulado con el uso de agua tratada, o cubrirlo con lonas, plásticos y otros materiales».
Estos residuos pueden ser almacenados por centros de acopio que cuentan con las autorizaciones ambientales debidas, y en estos últimos deberán de igual manera, clasificarse y cuantificarse, para ser reservados por un período máximo de tres meses.
La transportación de residuos de materiales de construcción
El encargado de trasladar los residuos al lugar correcto para su manejo será un transporte certificado por la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal. Este, conservando la separación, movilizará los materiales para entregarlos a un centro de recolección, que de igual manera debe estar aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente de México (Sedema).
En este lugar se determinará cuáles son los materiales que se enviarán para ser reciclados y bajo qué tratamiento.
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