Cómo la arquitectura y urbanistas pueden ayudar a evitar la próxima epidemia
Es cierto, es imposible predecir el futuro o saber si una nueva pandemia ocurrirá, sin embargo hay elementos que pueden ser muy útiles para evitar que un conflicto se haga innecesariamente mayor. Así es como la arquitectura y los urbanistas pueden ayudar a evitar una epidemia.
Es ahí cuando podemos hablar de planificar las ciudades y los espacios en conjunto con el sector salud para tener sistemas de sanidad más eficientes.
Soluciones eficaces y en poco tiempo
Esta contingencia, causada por la expansión del virus originado en Wuhan, China, ha obligado a los mandatarios de todos los países a crear soluciones en tiempos muy cortos para así evitar que más personas se puedan infectar, enfermar y posiblemente morir. Incluso, se han debido tomar decisiones para mitigar de cierta forma el impacto negativo en la economía personal y con ello, social.
Es aquí donde entra el papel de los urbanistas y arquitectos. De acuerdo con un análisis del Dr. Elvis García, el cual fue publicado por la Harvard Graduate School of Design (GSD), los expertos en estos sectores pueden ser útiles para prevenir la propagación de alguna futura enfermedad viral y amortiguar los daños.
Un ejemplo de esto es un caso en el año 1854 durante el brote de cólera en Londres, cuando el médico John Snow analizó el sistema para suministrar agua. Este identificó que los vecindarios abastecidos por una bomba de agua estaban más afectados por este brote que otro sector de la población, así que decidió cerrarla y con esto se controló la epidemia.
Después de este caso, especialistas en el sector de la construcción se unieron para planificar ciudades y en general, espacios más seguros para sus habitantes. Hay factores que han impedido que se siga con estas buenas prácticas, como lo es claramente el crecimiento en ocasiones desmedido de la población. Muchos habitantes del campo se mudaron a las ciudades de manera masiva y repentina, y esto ha impedido a las autoridades estructurar las comunidades con los servicios eficientes que requieren.
Actualmente, mil millones de personas vivimos en áreas que no están bien planificadas, «sus mercados están, en muchos casos, protegidos bajo estructuras semitemporales y sin ninguna regulación sanitaria, no es raro ver animales salvajes, muertos y vivos, compartiendo espacios con alimentos. Estos entornos son el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de nuevas infecciones y epidemias», comenta el experto Snow. Y justo lo relacionamos sobre la presunta teoría de que este virus pudo haber tenido origen, de manera intencional o no, en el mercado de Wuhan en donde se venden alimentos elaborados con especies sumamente exóticas. Un área de alta densidad con enlaces de transportes rápidos.
Un reto a tomar en cuenta
Esta no será la última pandemia que registre en la historia, pues cada vez son más las ciudades que se expanden hacia zonas en donde habitan animales salvajes y sin tomar en cuenta ninguna precaución. Es por eso que los arquitectos, urbanistas y trabajadores de la construcción tienen la responsabilidad no solamente de crear espacios habitables sino emprender con acciones para prevenir enfermedades. ¿Cómo? «Al controlar los entornos en los que se venden animales salvajes, podemos detener la enfermedad desde el inicio», enuncia el especialista en epidemiología. Y esto considerando que hay muchas culturas que como parte de sus costumbres suelen tener mercados en donde venden especies exóticas a manera de manjares.
El acceso a los servicios básicos, como lo es el agua para evitar cualquier tipo de peste es esencial. Se considera que en la próxima década, el 20% de la población mundial vivirá en lugares con acceso limitado a infraestructura necesaria no sólo de agua, sino de saneamiento y salud.
No tendría que ser imposible asumir que en una comunidad de bajos recursos también debe haber estos servicios básicos.
«Es fácil construir un nuevo espacio verde elegante en una ciudad moderna. El verdadero desafío es reducir la tasa de mortalidad infantil debido a condiciones de vida inadecuadas en un barrio marginal del África subsahariana. Ese mismo barrio pobre también podría ser el epicentro de la próxima pandemia». Así es como la arquitectura y los urbanistas pueden ayudar a evitar una epidemia; ese es el reto y el papel que deben asumir a partir de ya las personas que se dedican a este rubro.
*Fuente de información Obras Expansión