Fósiles marinos: los vestigios ocultos en el Metro de la CDMX
Si algo hay en las cosmópolis del mundo, es historia. Una historia cargada que se refleja en cada uno de sus rincones; incluso en el piso del medio de transporte que utilizan 4.6 millones de viajeros cada día en esta ciudad: el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC). ¿Conoces los vestigios ocultos en el Metro de la CDMX?
Pasan desapercibidos, pues entre el ajetreo de los millones de pasos de personas que intentan abordar un vagón para llegar a sus trabajos cada mañana o intentan alcanzar un lugar para regresar por la tarde a sus casas, justo a la hora pico; estos vestigios solo podrán ser apreciados si uno voltea hacia el piso.
Son esas características manchas grises en la loseta del suelo que no son meramente marcas de desgaste o suciedad; pues de acuerdo con un video que publicó en TikTok la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Autónoma de México (UNAM), estas manchas son en realidad vestigios.
Fósiles marinos en el piso del Metro de la CDMX
Con una antigüedad de entre 145 y 66 millones de años, estas peculiares manchas que parecieran ser desgaste o incluso el diseño de las losetas del suelo, estos son fósiles marinos que datan del período cretácico; ¡el mismo en el que vivieron los ya extintos dinosaurios!
Específicamente son gasterópodos y braquiópodos, variantes de las conchas o caracoles que podemos encontrar en las costas oceánicas.
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Fosilización: ¿cómo llegaron ahí?
Estos fragmentos de losetas fueron, en su mayor parte, extraídos de montañas que hace millones de años fueron lagos y mares, pero que se transformaron debido a la erosión y al movimiento de las placas tectónicas.
De esta manera, en vez de morir, estos vestigios marinos sobrevivieron en lugar de descomponerse y quedaron preservados en roca gracias al proceso de fosilización, a través del cual podemos tener una ventana al pasado de la historia de nuestro planeta.
Ahora son fósiles urbanos, pues han sido empleados como materiales de construcción.
Pasan generalmente inadvertidos, pero la próxima vez que visites el Metro de la CDMX, volverás la mirada al suelo y seguramente tendrás un asomo de duda al pisar dichos vestigios. Interesante, ¿cierto?
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