9 consejos antes de comprar una silla de oficina buena para la espalda
El tipo de trabajo que tenemos casi todos hoy en día consiste en estar sentado al menos unas nueve horas al día de lunes a viernes y muchas veces más, seguimos en casa cuando son días pesados, por eso te damos algunos consejos antes de comprar una silla de oficina buena para la espalda.
Tener una silla ergonómica y de calidad es esencial para no tener problemas de espalda y postura, el cual si se sufre de manera crónica, es decir, por períodos superiores a los tres meses, podría hacernos vulnerables a problemas de salud que generen que nuestra vida tenga una menor duración debido a una baja significativa en su calidad.
Toma en cuenta estos consejos para elegir la mejor silla, verás que no es necesario gastarte toda la quincena.
Opta por un diseño de asiento ergonómico
Una silla para trabajar debe ser cómoda, aunque la ergonomía y la comodidad no son precisamente o mismo.
Es necesario que la silla que elijas permita que tu cuerpo forme un ángulo de 90º entre tus caderas, tus rodillas y tobillos, es decir, todas tus articulaciones deben estar alineadas a noventa grados.
Cuando hablamos de una “silla cómoda” no va a reducir nuestros dolores, es más, ara que NO cambiemos de postura durante muchas horas. Y ahí, según los expertos, es donde se producen las mayores dolencias musculoesqueléticas.
¿Cuánto tiempo estarás sentado?
Usualmente, los fabricantes homologan las sillas por el tiempo que vamos a permanecer sentados. Muchas sillas están hechas para estar sentados en ellos durante sólo cuatro horas y otras más por ocho o más. Como seguramente no tienes un trabajo de medio tiempo, será mejor prevenir con una de alta duración, no sabes con certeza cuándo tendrás una jornada pesada.
Es recomendable que pases el tiempo que pases sentado, intentes levantarte cada dos horas y te estires un poco para evitar la sobrecarga y entumecimiento de tus músculos.
El mejor respaldo
El apoyo de tu espalda es el principal objetivo de diseño de muchos asientos ergonómicos. Idealmente las buenas sillas para oficina debe cumplir con un par de cosas para prevenir problemas cervicales. Por un lado, debe proporcionar apoyo a la espalda con una inclinación de 90º o hasta este ángulo; por el otro, debe tener amortiguación que empuje la espalda hacia adelante cuando te sientes.
El respaldo de una silla de oficina ergonómica ideal tiene entre 30 y 50 centímetros de ancho.
Los brazos regulables
Aunque una silla sin brazos sea más económica, los reposabrazos tienen una función, y esta es que las extremidades descansen y podamos apoyarnos para levantarnos o cambiar la postura a lo largo del día. Además, sería bueno que consigas una silla cuyos brazos puedan cambiar y adaptarse en cuanto a la altura.
Asiento de movimiento horizontal y curvos
El desplazamiento de un asiento en horizontal sirve para adaptar la base tanto al respaldo como a la posición de nuestras rodillas. La parte en donde colocamos nuestro coxis debe ser suave y contorneada para que no cause presión en nuestras nalgas y muslos. Incluso, hay sillas con sistemas de confort avanzado que benefician la salud, o al menos, no la perjudican. Hay algunos con asientos con cámaras de aire, con láminas flexibles o incluso asientos oscilantes.
Si estás pasado de peso, es importante que averigües qué sillas aguantan tu peso.
Que cuente con regulación de altura
Sí o sí, la silla que elijas debe tener esta característica, pues no todas las mesas tienen la misma altura y si no puedes regular la altura para cumplir con el ángulo de 90º, tendrás problemas cervicales a largo plazo.
Pies de la silla
La base de una silla debe ser estable y resistente. Ten cuidado con las sillas de cuatro patas, pues son las de menor calidad. Será mejor que, para una mayor estabilidad, optes por una de 5 pies de apoyo y en general de un material resistente para que no se desbalancee a medida que pasa el tiempo.
Con ruedas
Usualmente casi todas las sillas de oficina tienen rueditas, un rasgo esencial en una buena silla. Los tipos de ruedas para sillas más comunes son las negras, las huecas con autofreno y las antiestáticas. Selecciona las que más te parezcan cómodas, siempre y cuando tengan cinco patas.
El material también importa
El tapizado de una silla, al menos de las de oficina, deben ser hipoalergénicas, transpirable, ligero, no debe resbalar y debe estar diseñado para soportar su uso, tanto para el asiento como para el respaldo.
Hay diferentes materiales que encontrarás en el mercado, desde piel natural, polipiel, piel sintética, polipropileno, e incluso de tela con diferentes acabados. Por supuesto que la piel es el mejor material pues aporta confort, gran resistencia, favorece la transpiración, sin embargo, también es el más costoso del mercado.
Ahora que cuentas con esta información, no tienes por qué sufrir de dolores de espalda y otros problemas consecuentes de este.