De puentes a torres: los inicios del acero en la construcción
El acero es un material que ha sido profusamente usado en la industria de la construcción debido a su alta resistencia, versatilidad y durabilidad.
Orígenes del acero
Antes de comenzar a hablar sobre algunas creaciones maravillosas levantadas con este material, te contamos una breve historia de su descubrimiento y orígenes.
El acero es una aleación de carbono y hierro con una larga historia de uso en la humanidad. Se calcula que hace más de 4 mil años comenzó la producción de acero en Oriente Medio. En aquel entonces, los herreros calentaban mineral de hierro en un horno con carbón vegetal y soplaban aire sobre la mezcla para eliminar las impurezas y aumentar la temperatura. Esto permitió la producción de hierro fundido, que al enfriarse servía para moldear objetos útiles.
Posteriormente, el proceso de producción de acero en su forma moderna se desarrolló en el marco de la Revolución Industrial en Europa en el siglo XVIII. En 1740, el inventor y relojero británico Benjamin Huntsman desarrolló un proceso de producción de acero a partir de la fusión de hierro y carbón en crisoles cerrados y calentados en hornos. Este proceso permitió la producción de acero de alta calidad y uniforme para obtener herramientas y maquinaria.
Actualmente, la producción de acero es una de las industrias más grandes y relevantes, utilizada en la construcción, la fabricación de vehículos, la producción de maquinaria y demás aplicaciones.
Lee también: 6 ventajas de los techos de lámina que debes conocer
Inicios del acero en la construcción
Durante la segunda mitad del siglo XIX, se produjo un avance significativo en la tecnología de este noble material. Esto permitió su uso en la construcción de estructuras de mayor dimensión y complejidad cada vez.
La invención del horno convertidor de Bessemer en 1856 y del proceso de Siemens-Martin en 1865 hizo posible la producción de acero en grandes cantidades a un costo mucho más bajo que nunca antes.
Esto llevó a la aparición de estructuras puramente metálicas, entre ellos, techos prefabricados, puentes colgantes y torres de acero que se han convertido en verdaderos símbolos de la modernidad.
Puentes y torres de acero
Uno de los primeros puentes de acero fue el puente Britannia, construido en Gales en 1850. La torre Eiffel, construida en París para la Exposición Universal de 1889, se convirtió en un símbolo de la tecnología y la modernidad de la época y que sigue vigente como uno de los símbolos parisinos más importantes en la construcción.
Pero, además de puentes y torres, el acero ha sido utilizado asimismo en la construcción de edificios y otras estructuras. La Biblioteca Nacional de París –construida por Henri Labrouste entre 1858 y 1868– es un claro ejemplo temprano del uso del acero en la construcción de grandes cúpulas.
Victor Baltard por su lado construyó Les Halles, el mercado central de París, utilizando una estructura de vidrio y hierro. Otro ejemplo notable de la aplicación del acero en la arquitectura fue el Palacio de Cristal de Londres, construido en 1851 para la Gran Exposición. Este fue diseñado por Joseph Paxton y presentaba una estructura de hierro y vidrio que cubría una superficie de más de 30 acres (121 mil 406 m2).
En definitiva, el uso del acero en la construcción y en la arquitectura moderna ha sido fundamental para el desarrollo de estructuras cada vez más grandes y complejas.
Los avances en la tecnología del acero durante a lo largo de la historia de la humanidad han permitido la construcción de puentes, torres, edificios y otras estructuras que reflejan la gran capacidad que tenemos para hacer uso de herramientas tecnológicas y sobre todo, explotar nuestro ingenio al máximo.
Lee también:
Cómo impacta la tecnología a la industria de la construcción